jueves, octubre 06, 2011

Los otros blogs

En la parte izquierda de mi blog, un poco abajo deliberadamente, está la lista de algunos blogs escritos por gente que también ha sido víctima de cáncer.  Cada cierto tiempo, me doy una vuelta por esos blogs y descubro que algunos, como yo, salieron airosos de la batalla e intentan, tambien como yo, volver a hacer una vida normal,  olvidarse del cáncer, darle importancia a las cosas que realmente la tienen y enfrentar cada circunstancia con una sensibilidad  renovada por las necesidades de las personas.

Otros, desgraciadamente, han tenido recaídas, segundos o terceros episodios de cáncer, que enfrentan con una  valentía que me sobrepasa, que habla de su coraje, de su bondad.  Estos creo que sin advertirlo, empiezan a utilizar un lenguaje al que le tengo mucho miedo: marcadores, petscans, nuevos medicamentos, anticuerpos monoclonales... palabras que reflejan que sus cuerpos están siendo bombardeados de tratamientos en una batalla de la ciencia contra la enfermedad.  Aún inmersos en esos procesos estudian, crían a sus hijos, trabajan o se dedican a crear cosas con sus manos para regalar a los suyos en actos de amor de todos los días.

Sin embargo, algunos de estos blogs ya no existen.  O existen pero no están actualizados simplemente porque sus autores murieron.  En algunos casos los comentarios de los visitantes te dejan claro que la persona ya no está... en otros casos, el último post del blog es lo que queda como testimonio de sus últimos sentimientos compartidos. Nos enseñan que la muerte es parte de la vida.

A veces pienso en borrarlos, pero no lo hago.  La lista seguirá ahí para que todos la vean.

Somos una comunidad singular las personas con cáncer.  Hay mucho amor en cada uno de esos blogs y en la vida de los que los escriben. También son testimonio de lo que sufren quienes acompañan a los enfermos en el camino: madres, esposos, hijos, amigos solidarios, colegas de trabajo.  Los demás -me refiero a las personas que no se ven afectadas por el cancer- deberían aprender a disfrutar de las cosas simples sin tener que vivir esta lección.  Y aprender a reír más.  A lastimar menos.  A ser compasivos.  A amar más, simplemente.

Dar gracias por tener la vida, por disfrutarla, y sonreir.

martes, octubre 04, 2011

Pot pourri

Es ya octubre y el tiempo pasa como las primeras ráfagas de viento que nos traerá inevitablemente el invierno.  Me habría encantado escribir antes pero como siempre, no encuentro tiempo.

Muchas cosas han cambiado en este año que parece que empiezo a despedir antes de Navidad.  Eso no es normal.  Es siempre alrededor de Navidad y del Año Nuevo que vuelvo a ver hacia atrás a ver la cosecha... pero esta vez me adelanto, vayan ustedes a saber por qué.

Probablemente, porque terminé los estudios, o porque Mariana, que también los terminó, decidió que ya no viviría más con nosotros, o porque Rebeca recomenzó sus estudios en la Universidad, o porque Eloína lo ha pasado en el hospital más tiempo que en su casa, o porque Edu y yo hicimos un viaje maravilloso a la cuna de la civilización occidental  (les pongo una foto de Griffoul, antiguo castillo de vinos donde pasamos las vacaciones)...O tal vez el trabajo que me absorbe tanto que sufren los pericos, y el jardin, el árbol genealógico y las tardes de cocina, y el blog, claro...

Todo eso en menos de un año, qué barbaridad, y después dicen que hay que ser adaptable... pero es que la vida te sorprende a cada paso que das y no se detiene la bandida...

Yo me prometí leer menos noticias, porque me ponen ansiosa, sobre todo porque en América Latina no se resuelve nada y cada vez se enreda más la cosa, porque en Estados Unidos, al presidente le quedó grande la camisa, y en Europa no saben cómo enderezar a los descarriados.

Me dedico, en mi tiempo libre, que escasea por culpa del trabajo que me apasiona, a tomar fotos, a leer novelas variopintas de autores con nombres impronunciables, a organizar encuentros de la familia y a vivir los primeros síntomas de mi menopausia, que no es poco.

Ya pronto vendrá el frío, y la nieve y los días cortitos.  Las fiestas en familia y los encuentros llenos de sonrisas.  Veremos qué nos depara el 2012 que según algunos será el último.