lunes, diciembre 19, 2005

No puedo dormir!


Me siento exactamente como una novia en vísperas de casamiento.
Las chicas llegan mañana por la tarde y su ausencia ha sido un dolor casi físico.
Cinco meses largos.... al menos para mí. Ellas están tan ansiosas como yo...
Y me hago miles de preguntas: les gustará estar aquí? Será muy difícil el periodo de adaptación?
Me cobraran algún día esta decisión?
Eduardo tiene también sentimientos encontrados: un poco de celos, muchas ganas de verlas y parece gallina con pollos: quiere que todo este preparado para su arribo.... Yo al contrario, no quiero hacer nada hasta que lleguen: no son niñas y querrán participar de las compras de navidad, de la compra de su primera ropa de invierno....
Lo han hecho muy bien. Han pasado cinco meses en casa de sus abuelos, haciéndose responsables de la administración de sus propias vidas, del estudio, de su dinero. Han ganado el curso con buenas notas, han cuidado de sus abuelos, han gastado mas dinero del que debieron (pero eso parecía inevitable), se han despedido en forma de sus amigos, de sus primos, han hecho las maletas y viajaran solas dentro de unas horas...
Nosotros -Edu y yo- hemos hecho durante estos meses nuestra parte: encontrar un apartamento decente para todos, comprar los muebles mínimos indispensables, buscarles una escuela y otras actividades, ahorrar un poquito, por aquello...
Ya veremos como rearmar la vida a cuatro... ya veremos....
Todos los inmigrantes con los que he conversado sobre el tema, me dicen que no me preocupe, que ellas encontraran rápidamente sus amigos y sus círculos, que no habrá mucho problema...
La que más me anima es Marisela. Ella es mexicana y vive aquí hace cuatro anos, haciendo también su doctorado... Ha traído a sus hijos por periodos -más largos o más cortos- por alguna razón. Los muchachos (que son de la misma edad que las mías), ya no quieren quedarse en México y le insisten que se los traiga permanentemente...Yo se que cada historia es distinta, pero oír algo así me da tranquilidad.
Pasamos entonces a otra etapa... y con cada cambio, nuevos temores, nuevas expectativas.... asi es la vida de algunos, no les parece? Carlos, por ejemplo, no puede montarse en un avion porque le da miedo... Y ha decidido seguir en su casa, sin moverse mas de 10 kilometros a la redonda, hasta que la muerte lo encuentre. Nosotros, sin embargo, si queremos ver a los nuestros tenemos que pensar invariablemente en un avion. Si queremos ver a mi suegra habrà que ir a Miami, si queremos visitar a Isabel, habrà que ahorrar algunos anos para ir a Amsterdam, si queremos ver a los abuelos, habrà que viajar a Costa Rica, si son las tias, a la Habana... Cuando se tiene una vida asi, el dinero no puede malgastarse, y las chicas lo van comprendiendo. Han vendido antes de venirse su grabadora, sus discos, hasta sus vestidos de bano. Creo que lo que alguna vez nos quiso ensenar mi mama (comer de lo que hay y dormir donde se pueda), va floreciendo cada vez mejor en la nueva generacion. Y eso significa un poco tener claro que es mejor vivir que tener... que la mejor adquisicion es un viaje, es conocer gente, es aprender otro idioma, antes que comprar cosas que requieren atenciones y cuidados...
El apartamento tiene apenas lo minimo necesario -el unico adorno consiste en una linda planta en maceta que llaman aqui cactus de noel-. Nuestros amigos quebecenses piensan que tenemos un gusto asceta de la decoracion, que hemos visto revistas orientales y que la falta de mullidos sillones o alfombras (muy justificables en este invierno larguisimo), es producto de un raro gen latino que ellos no comprenden bien. Sin embargo, yo creo que ya tenemos un hogar. Al menos el olor a café por las mananas, y en esta época a queque navideno, hace que la falta de decoraciòn pase por alto. Ya nos vamos organizando...al menos por un periodo... en cuanto empiece la inquietud de Eduardo por montarse en un avion, las cosas estaràn en un lugar, y no en su lugar (no hay lugares establecidos cuando se cambia a cada rato).

Por ahora... déjenme compartir con ustedes mi insomnio, mis ansiedades, mis expectativas... que dentro de unas horas dejare de ser yo, para volverme toda oídos, para escuchar en la cocina los chismes de cinco largos meses, para volverme toda abrazos y caricias, para volver a medir la piel de mis chiquitas centímetro a centímetro y mirar en los pocitos de sus ojos, las lindas mujercitas en las que se van convirtiendo...
Buenas noches, a menos seis grados, y con dolor de espalda de palear cuarenta y dos centímetros de nieve que le cayeron encima al carro...

martes, noviembre 22, 2005

El metro

Una de las experiencias mas placenteras de este nuevo lugar es viajar en metro. Ese mundo subterraneo al que se entra dejando afuera el chiflon helado, empujando unas puertas que pesan una barbaridad y encontrando todos los personajes del mundo. A mi me encanta. Y a veces doy tantas vueltas que se me olvida el destino. Lo mejor son los objetos perdidos y los personajes. El guante azul del otro dia, era toda una historia, saber quien lo habrâ dejado perdido, a quien se le habra caido ahi...exactamente al lado del riel y en que momento un impulso fuerte lo meteria debajo de las ruedas y lo haria bolitas de lana saltando por todos lados.... Entre los personajes, las mejores son las viejitas de las tres de la tarde. Esas se montan muy dignas en el metro, bien emperifoyaditas, con una blusa bien planchada adornada con un cuello bordado que da envidia. Bien peinadas las canas y los labios recien pintados ( dice Edu que a las mujeres aqui se les arrugan mucho los labios.... yo sali corriendo a comprar manteca de cacao, por si aca..)
Se sientan muy orondas, decia, digo yo que van a tomar cafè con las amigas y hablar de los nietos...y con el café las reposterias del pan doré y un poco de lagrimas...
Esas me gustan mucho, cuando sea viejita, quiero ser asi, con una blusa de cuello bordado y un panuelito fino en la mano....
Las otras son las modelos, las que salen en las revistas. Ya sea que tengan burqa o negras con trensitas se reconocen a la legua....se montan en el metro para que las vean digo yo... y a saber si las descubre alguna agencia....
Algunos leen, otros cierran los ojos, todos sin excepcion evitan el contacto , ya sea fisico o visual. Un dia me voy a animar y los voy a agarrar a todos a besos, o aguinarles el ojo, a ver que hacen...

lunes, octubre 24, 2005

Los hijos de aquì




Hemos tenido poca posibilidad de ver a Paqui y al pequeñito de Antony. Sin embargo, es un angelito muy inteligente. Cuando ve a su abuelo, se alegra de tal manera que no puede contenerse y empieza a gritar: Grand Papa!! Grand Papa!! Se abraza fuertemente a las piernas de Eduardo y juega con él hasta el cansancio. En diciembre cumplirá dos añitos y es un hombrecito activo y comelón (los genes cubanos no se pierden, jajaja). Una parte muy importante de este viaje es poder compartir con ellos. Paqui necesita a su papá y Antony debe tener un abuelo. Al menos así lo creemos nosotros. Y así lo estamos haciendo... aún en una sociedad donde la familia lentamente se va desintegrando. El otro día, contaba una amiga que ella tiene muchos problemas para reunir a sus sobrinos... ya que su hermano tiene tres hijos con tres mujeres diferentes. Eso, que es bastante común, hace que los niños no se vean como hermanos, que cueste mucho reunirlos (porque hay que organizar las agendas de las madres para que le den la custodia el mismo día al padre). La imagen esa que uno ve en los centros comerciales los fines de semana: el padre con sus hijos, como diciendo hoy me toca a mi cuidarlos, es muy pero muy común. Y los niños aprenden a vivir en dos o tres casas y pasar de una a la otra con su mochila en la espalda...a mí se me parte el alma. Un investigador francés dijo la semana pasada, a propósito de este tema, que no es conveniente que los niños pequeños sufran esos cambios, pues para ellos el fin de semana con el padre, no significa otra cosa màs que la pérdida de la madre por un tiempo indeterminado.... Yo coincido con este pensamiento... pero ?qué se puede hacer? Pareciera que esto no lo arregla nadie...

domingo, octubre 02, 2005

Casi feliz


Anoche pude ser casi feliz metida entre tus brazos.
El dolor se ha ido yendo despacito, resbalando por el tobogán de caricias que has inventado para mí.
Y anoche lo inventaste todo... y querías que la pasión se fuera despertando despacito, y me acariciaste lentamente para que mi piel no se asustara, y me miraste a los ojos con la ternura de todas las estrellas, y me besaste casi imperceptiblemente.
Cada uno de mis poros supo entonces que siempre estarías conmigo.
Y pude sonreírte.
Pude responderte dejando caer mi cabello sobre tu pecho, moviéndome al ritmo de tu respiración y siguiendo tu paso firme, tus manos seguras, tus palabras graves.
Anoche nos amamos como siempre.
Como nunca.
Como antes.
Y pude ser casi feliz, entre tus brazos.

martes, septiembre 13, 2005

Tiempo de cambios!!

Parece mentira!! Ya hace un mes y veintitres días que estoy aquí. Y el cambio ha sido un golpe brutal, desvastador, inimaginable, como cuando te revuelca la ola, esa ola que era más grande de lo que esperabas... Y mientras sientes el pánico, sabes que hay que esperar a que la fuerza disminuya para poder salir a respirar....

Las primeras cuatro semanas fue mi cuerpo el que se resistió al cambio: primero una infección de garganta (culpo a los aires acondicionados), luego fue una infección en el tímpano derecho que me dejó sorda casi un mes.... los antibióticos me despedazaron la flora intestinal y otras defensas del cuerpo, y cuando estaba ya de vuelta, un resfriado.

Bueno, pasado todo eso, ahora es el alma la que está un poco resentida. Siento las làgrimas a flor de piel, tengo miedo de enfrentarme al idioma, a pesar de que he hechos progresos importantes.
Desenvolverme en la calle no representa a estas alturas ningún problema, sin embargo, me es dificil expresar mi pensamiento en ambientes académicos.... ya vendrá, digo yo.
Pero lo más difícil de todo, es no tener a las chicas aquí. Las extraño tanto!! Solamente mirar sus ojos, abrazarlas, saber en sus sonrisas que todo está bien!!

La ola es demasiado grande. Y solo debo esperar que disminuya la fuerza para salir a respirar.

Y mientras espero me digo: Y qué diantres hago yo aquí? Y por qué se me ocurrió meterme al mar? Y todo este berenjenal en qué irá a parar?

Todo eso sucede mientras tengo los ojos bien abiertos. Veo todo, todo me sorprende, aprendo mucho. Veo, me sorprendo, interpreto. Valido mis interpretaciones y me equivoco. Corrijo. Vuelvo a ver. Hago vínculos entre lo que veo y mis experiencias anteriores. En algunos casos no hay vínculos posibles. Vuelvo a ver. Sonrío. Cuando me canso, mi cerebro vuelve a la playa, a los atardeceres rojos, al asiento justo al lado de la palmera.

Por ahora soy expectadora. Y cuando intento comunicarme, me equivoco. Me equivoco con las palabras, me equivoco con las interpretaciones, me falta el background cultural que hace que uno se sienta comodo en algún lugar. Poco a poco, me digo.

Y me encuentro gente linda que me sonríe, como para decirme que todo está bien.

Todavía no ha mermado la fuerza de la ola. Pero todavía tengo oxígeno en mis pulmones. Tengo para rato.

lunes, agosto 15, 2005

Ciudad Multicolor


Esta ciudad es multicolor. Sobre todo por su gente.
El verano a 34 grados hace que todos desnuden la piel y entonces se las ve de todos los colores: desde el blanco lechoso de las finlandesas, hasta el negro casi azul de las africanas que además adornan de fuertes azules, rojos, naranjas y verdes.
Son multicolores también los turbantes, los tatuajes y los piercings. No dejan de serlo las cabelleras cortas y largas, trenzadas con dreds o aplanchadas....
También son materia de arcoiris las lenguas, los acentos, los rasgos físicos, los gestos, los aromas, las comidas, los hábitos, los sentimientos....
Así es una ciudad cosmopolita. Así la descubren mis ojos ingenuos.
Así me va gustando....

jueves, julio 07, 2005

Me despedí del mar


Ayer me despedí del mar, aunque sólo de uno de ellos...
y de los atardeceres colorados.
Me despedí de la arena cayendo entre los dedos,
y de las olas rompiendo en el embarcadero.
Dije adiós a la sal y a los cangrejos,
a la estrella de mar, al caracol travieso.

Me despedí del coral y de todos sus reflejos.

También le dije adiós a todos los recuerdos..
Y con los recuerdos, también le dije adiós al viento, al bote y al pescador moreno,
y al rancho de palma y a los primeros besos.

"Ya pronto nos veremos". Me contestaron todos...
Y me alejé llorando. Llorando y sonriendo.

miércoles, junio 22, 2005

Con el tiquete en la mano...

Me fuí a la oficina con el tiquete en la mano. Ya es hora de que me crean y me suelten!! Claramente les indiqué que me voy el 20 de Julio. Me oyeron? El 20 de Julio. Y alguien tiene que encargarse de todo el trabajo éste. ¿Ya decidieron quién lo hará? ¿C´mo que no hay quién? Alguien habrá...digo yo.....
Así que lo tiré sobre el escritorio, parece que ya cobraron conciencia...hasta hoy se dieron cuenta de que es real. Y me han aflojado un poco. Ya pude liberar algunos asuntos, para concentrarme en lo que queda antes de partir: despedirse de la ciudad y sus rincones, hacerle promesas de vuelta, ir a la playa para marcharse en paz con el mundo, dejar las chicas y la lora acomodadas, cerrar la casa y abrir el alma..despedirme de los míos -sobre todo de papá que teme que no nos volveremos a ver- de los amigos de trabajo, de las compañeras de colegio, de los vecinos.
Tendré algunos días para vivir con intensidad toda la nostalgia que precede a la partida.

domingo, junio 19, 2005

Pedirle peras al olmo

Desde que tengo uso de razón siempre le he pedido peras al olmo. Y el dichoso olmo siempre me las ha dado. Es un asunto de fe. Y la fe –según dicen algunos- es un don. Hay que desear mucho, mucho, las tales peras y hacer una fuerza mental impresionante para que aparezcan. Pero al fin y al cabo, más tarde o más temprano, la pera aparece. Y a veces son cosechas abundantes.

También hay que saber pedir las peras. No se puede pedir una pera en particular: -“la quiero rosadita, sin semillas y bien madura”. Eso no está bien. Hay que permitirle al olmo darnos la pera que le pueda salir, al fin y al cabo esa no es su vocación.

Por eso es mejor, tímidamente decirle al olmo: “mira chico, tengo hambre, hazme uno de tus milagritos”. Y guiñarle un ojo. Nuestro olmo sabrá reaccionar –puede ser que nos haga esperar un poquito, al fin y al cabo tiene su orgullo- pero aparecerá lo que necesitamos.

Siempre es así. Así es la fe.

Y no puede explicarse.

martes, mayo 24, 2005

Aquí vamos!!

Bueno, el nudo burocrático –como el de una madeja de hilo- empieza a aflojarse. Durante los próximos 22 días esperamos ver cómo se desenreda del todo…. Sin embargo, ha consumido mucho tiempo el ir de oficina en oficina, poniendo timbres, sellos y firmas. Pueden creer que agregaron más hojas de papel a cada certificado para que cupieran todos los sellos que son necesarios? En eso ando….

También renté una de las habitaciones de la casa a una estudiante jovencita holandesa, y eso ha requerido parte de mi tiempo, para poder explicarle a la pobre cómo moverse en este país de locos.

Por su parte, Eduardo cree poder terminar en dos semanas el asunto del lugar donde viviremos. En ese país del Norte, todos se mudan el 1 de Julio. Es una tradición, y hemos tenido que buscar apartamentos y casas en internet, por semanas…

También he tenido que apurar a mis estudiantes. Tengo cuatro grupos a los cuales les dirijo su tesis de graduación y deben terminar antes de que yo me vaya….. Han corrido como descosidos!!, Ya dos grupos terminaron. Pero tengo otros dos que están haciendo un esfuerzo descomunal para presentar sus trabajos, les faltará alrededor de un mes y medio.

Por último, debo terminar el curso de Investigación que imparto…. Alrededor de un mes más de clase.

Y entre todo eso, supervisar a las chicas…(Rebeca lleva mal matemáticas, otra vez) Seguir mis cursos de francés, llorar de vez en cuando….y algo nuevo que se me viene encima: Despedirme de mis lugares favoritos, hacer promesas de regreso, vagar un poco por las calles para retener imágenes, buscar “símbolos” que considero como amuletos que necesito llevarme: la música de Carlos Guzmán, una imagen de la “Nigüenta”, otra de “La Negrita” –Nuestra Virgen de los Ángeles-.

Así que medio leo el correo, medio me entero de la vida, medio escribo…

lunes, mayo 16, 2005

Orden

Dejá las cosas donde están, si no te importa.
Dejá que sienta que estás, que no te has ido.
No importa la ropa que olvidaste, ni el libro abierto,
ni el postre que dejaste para luego, ni las caricias desperdigadas por el suelo.

Dejá las cosas, tus cosas...
revueltas con las mías...
así te siento un poco más conmigo...

miércoles, abril 27, 2005

La gorda burocracia

Sigue nuestra peripecia con la gorda burocracia. No se deja seducir, nos eructa como si fuésemos un pedazo de pizza hedionda a queso y embutidos. Está ahí; su cuerpo inmenso abarca el continente entero.

Dicen los funcionarios de aquél país, que no me pueden dar un permiso de estudios. No me lo pueden dar porque voy con mis hijas que no tienen permiso de estudios. Ellas no tienen permiso de estudios porque no han sido matriculadas en ninguna escuela. No han sido matriculadas en ninguna escuela porque la fecha de matrícula no ha empezado allá y además no han terminado aquí su año escolar.

Entonces lo intento de otra manera: Solicito que me den a mí el permiso de estudios y a ellas visas de turismo, mientras arreglo lo de la matrícula. Los funcionarios fríos dicen que no se puede porque ya ellos saben que las niñas van a estudiar y no van a turistear... Ah bueno, digo yo.

Otro pero: Se debe presentar un documento donde ambos padres de las niñas ceden la guarda crianza a un tercero. Que en este caso sería mi esposo. Y yo pregunto: Y por qué voy a ceder la guarda crianza si yo voy con ellas? Más bien, ellas van conmigo... Nadie me sabe responder...

La gorda, ni me mira, da media vuelta como si yo le estorbara y sigue como si tal cosa echada como una cerda.... No me escucha. Ahora seguiré la táctica del mosquito: Ayer empecé la lluvia de faxes, e-mails y correos electrónicos a cuanto funcionario tuvo la gentiliza de dar un dato para que yo lo utilice. Alguno tendrá que escucharme.... voy a molestar tanto a la gorda que tendrá que hacer algo para que yo no le zumbe más en el oído... El riesgo es que me aplaste de un manotazo....Pero eso no va a suceder.

Acabo de pasar de las pilas bajas, a la furia....


Mientras tanto, los tres pasaportes están retenidos en Guatemala.


¿Se dan cuenta?

viernes, abril 08, 2005

Ya hace un mes de la partida

Eduardo se ha ido hace ya más de un mes.
Es ahora una situacion incómoda, la lejanía, la distancia, la soledad.
Hemos tenido altos y bajos -bastante más bajos que altos- a decir verdad, y lo único que nos consuela es saber que es temporal.
Eso mismo me dijo Nuria en la oficina esta semana: "No estés triste. Al menos vos sabés que lo volverás a ver". Ella quedó viuda hace poco más de un año.
Copio el ultimo poema que le he escrito:

Hoy hace calor.
Un calor húmedo, pegajoso, derretido en gotitas sobre la piel cansada.
Hoy hace calor hasta para hablar. Se deshace el "te quiero" entre los labios y se confunde con las lágrimas que ruedan calientes por las mejillas encendidas.
Hoy no puedo decirte que te extraño. Porque los ojos duelen ante la luz intensa del sol implacable y no me dejan ni siquiera percibir el fantasma de tu ausencia, que se desdibuja entre los vahos que suben desde la calle húmeda del barrio.
No estás aquí. Eso está claro. Si estuvieras aquí reconocería el olor de tu piel sudorosa a mi lado, tu invitación al beso fresco bajo la ducha, tu pelo chorreando sobre mis mejillas.
Si estuvieras aquí, tomarías mi mano para contemplar el jardín que regaríamos juntos. Si estuvieras aquí, juntos espantaríamos el sopor estrellando los zancudos contra las paredes, en una fiesta de risas y zapatos.
Si estuvieras aquí el calor sería una ceremonia...
Si estuvieras aquí, no importaría ni el calor, ni el sopor, ni el cansancio, ni los problemas.
Si estuvieras, no habría calor,
Ni lágrimas.


Las costumbres que habíamos desarrollado en la casaa van cambiando. Se ha vendido el carro, hemos cambiado los platillos que solíamos comer. Las largas horas de trabajo frente a la computadora, son ahora huecos llenos de una soledad inmensa. Nadie para comentar las noticias del día, nadie para pensar en voz alta o solamente para saber que hay alguien trabajando a tu lado, aunque no se hable.
Las chicas lo extrañan en cosas más prácticas que yo: les hace falta su gusto por la cocina, su manía de ordenar las cosas, su "estar pendiente".

Ni modo. Ya volveremos a ser una familia otra vez.

Por ahora, me mantiene ocupada y preocupada la alergia de Rebeca. La ha atacado con furia y es desesperante. No hay médico ni medicina que logre dar fin a la crisis, que ya no es crisis sino permanente. Hoy por la tarde, la ha visto el inmunólogo. Y después de hacerle un análisis detallado le ha dicho: "Hagamos un trato: yo te pido que me regalés cuatro meses sin piercings.
Después de esos cuatro meses, vos decidirás si te los volvés a poner".
Parece que el último que se hizo en la lengua emana niquel que es sumamente tóxico. Bueno, ya veremos si acepta el reto y si el médico tiene razón. Salió del consultorio furiosa. No supe si consigo misma, con el médico, con la alergia o con la situación.

Bendita adolescencia. Ya pasará y también la extrañaremos.

miércoles, marzo 09, 2005

Gente Maravillosa

Los seres humanos somos maravillosos.
Bueno, eso creo hoy porque recibí una muestra increíble de solidaridad.
Mis alumnas de la universidad, muchas de ellas de escasos recursos, se enteraron que necesitaba yo deshacerme de algunas cosas de la casa que no ocupaba. Como conocen mi incapacidad comercial, han organizado entre ellas una venta de garaje, han decidido ponerle los precios (yo de eso no sé nada) y durante toda la tarde, he visto gente que entraba a mi casa y salía contenta de las cosas que llevaba. A mis ayudantes voluntarias, les he preparado café y bocadillos, mientras regateaban con los vecinos y otras estudiantes, buscando el mejor precio para las cosas!!
Por Dios, eso se llama solidaridad!!.
Al final de la tarde, me han entregado un sobre con lo que han recogido, y que yo ni en sueños hubiese podido recobrar de lo que para mí era solo una pesada carga: vasos, tasas, ollas, cubiertos, teclados, mouses, y otras cosas que se van guardando y no hacen más que estorbar.
He quedado en llamarlas nuevamente cuando esté listo todo lo que se llama ropa, mía, de la casa y de las niñas. "De todos modos, profesora, a usted su ropa no le va a servir allá" dijo Ivette.
Amigos, todavía hay bondad en este mundo.

lunes, febrero 28, 2005

El burro cargado busca camino

Ya empiezan los tropiezos. Eran de esperarse. Han sido tres días de sobresaltos. Desde el viernes, mi corazón nodeja de llevarse emociones -lo que indica que todavía estoy viva-aunque ahora tenga tanto dolor.
El jueves, ha informado la Universidad que la beca será menos que parcial. Lo que significa que tendré que buscar un complemento económico en algún lado para poder hacer mis estudios (alguna esquina para ejercer el oficio antiguo, tal vez?)
Mientras leía con descuido la carta en que me informaban, sin caer en cuenta en ese momento de las consecuencias gravísimas, llamaba a los amigos para invitarlos a la casa con motivo de la partida de Eduardo.
El viernes y el sábado, entre mucho trabajo, los amigos que venían adespedir a Eduardo y papeles y trámites, hemos caído en cuenta que el dinero no alcanzará. Que es bastante menos de lo que habíamosprevisto. Anoche llegaron los últimos, a despedirse. Pusimos el disco de BeboValdez con Cigala...Lagrimas negras... y nos abrazamos mucho.
Hoy estoy ya sola en casa. Lo he acompañado hasta el aeropuerto y he sido valiente. Ni una lágrima. Hasta ahora que puedo compartirlas con ustedes.Ya veremos cómo arreglar el escollo. Porque eso será, nada más. "burro cargado busca camino" nos vamos aunque cueste sangre, sudor y lágrimas...negras.

jueves, febrero 24, 2005

Amor, nos vamos despidiendo

Pasará rápido el tiempo, ya verás. Son sólo cinco meses. Iremos marcando cada semana en las hojas del calendario, y verás que no será nada.
No me mirés con esos ojos tristes. No quiero llorar ahora. No debo. No quiero que se me resbale el miedo que siento a tu ausencia.
“¿Y cómo sobreviviremos sin vos, Edu?” Dijo Mariana en la mesa ayer. Y yo me levanté rápido para no llorar.
Pero te extrañaremos. Tanto como ya nos extrañan tus manos que nos acarician estos días a todas horas.
Todo estará bien. Y ya dentro de poco estaremos caminando de la mano sobre las hojas secas del otoño. Y oiremos nuestros pasos mientras calentamos nuestras manos muy apretadas.
Ayer te despediste de la ciudad y vagaste solo por la Avenida Central. También guardaste con cuidado las imágenes de nuestro jardín en tus pupilas. Hiciste las maletas despacio.
Y yo te acompaño silenciosamente en esas despedidas.
Ya casi nos encontramos de nuevo.
Por ahora, será un tiempo extraño. La separación es así. Ya la vivimos antes, te acordás?
Calma, calma. Que las horas difíciles se acercan y hay que hacerles frente.
Un beso, mil.
Para poder soportar la partida.

domingo, febrero 06, 2005

Seguimos desenraizando

Seguimos desenraizando. Guardamos las cosas en cajas y los sentimientos hechos un puño en el corazón. Eduardo se irá pronto, y ya empieza su cerebro a funcionar como una calculadora. Me parece que es un síntoma de todos los que han vivido el exilio, y queda como una cicatriz. Le aterroriza la idea de que la pasemos mal a nuestra llegada y ha asumido la bandera (sin que nadie se la diera) de cuidarnos a todos de los problemas que pudiésemos tener al llegar “allá”. Aunque me preocupa su actitud, también se la agradezco. El es –de todos los que nos vamos- el único que sabe. Conoce el “allá”, sabe lo que se siente dejar el terruño, sabe lo que implica ser inmigrante.
Nos miramos a los ojos sin decirnos nada, sólo para comprobar cuánto nos extrañaremos los meses que estaremos separados. Si “estamos hechos una piña”, acostumbramos hacerlo todo juntos… y nos encanta.

No deja de hacernos advertencias, que yo silencio con un beso: nada de lo que nos diga nos permitirá aprender más de lo que aprenderemos por nosotras mismas. Más que alarma, lo que necesitamos es ilusión: sin eso no se puede hacer la partida como Dios manda.
Mi papá –ancianito ya- me ha autorizado la partida, después de meses de negarse a ello. No es que necesite su permiso, pero él se arroga el derecho de dármelo. Su principal razón para negarse fue: “uno debe estar contento como Dios lo tiene”. Y sostuvo su argumento, hasta convencerlo de que el mismísimo Dios era el que nos empujaba para afuera. Ayer, al teléfono, me dijo que podía meter las cajas en el cuarto del fondo de su casa, que ya nadie utiliza.
Son curiosos los hombres. Eduardo, mi papá, mis dos hermanos: toman sus tareas de cuidarnos, de protegernos, de guiarnos. No lo digo con rencor, solo con la curiosidad que permite reconocer una vez más cuán patriarcal es esta cultura latinoamericana nuestra.

sábado, febrero 05, 2005

El sábado de ayer

La tarde de ayer fue extraña. Mientras una chica se fue de fiesta a dormir donde las amigas, la otra se ha quedado en casa...formalita, y me ha pedido que hagamos empanadas de piña, y mientras amasamos y llenamos las empanadas conversamos: el lunes empieza su último año de secundaria, y con los dedos llenos de harina trata de acomodar sus hermosos colochos negros. De pronto, abre mucho los ojos y dice: “Mami, te das cuenta que ya voy a ser adulta?. Yo no quiero ser adulta.... Y la abrazo y le quito un poco de mermelada de sus mejillas y le digo: “Siempre serás mi chiquitica...”. El sol entraba oblicuo por la ventana de la cocina y se colaba entre los geranios, y el olor de mermelada inundaba la casa. Me detuve un momento frente a las cajas de cartón que ya empieza a apilarse en la oficina, con sus rótulos: “Caja No 5. Novelas Antiguas” “Caja NO. 8 Libros de Educación”.
Ya empieza a verse vacía, impersonal, la casa. Eduardo ha limpiado sus cosas y ha dejado listo lo que deberá caber en dos maletas... El resto lo sigo empacando yo, durante los meses que quedan...
“Mami, y cómo es ser adulto allá? No tengo idea de cómo se divierte la gente en ese país....” Yo tampoco. No tengo idea alguna.
De pronto, suena la música de boleros cubanos que Eduardo ha puesto y desde mi rincón, puedo verlos bailar ...mi chiquitica, mi marido, bailando boleros mientras él le cuenta todas las cosas lindas que verá allá.

Un sábado extraño, sin duda.

lunes, enero 17, 2005

Trámites

Vivimos en un mundo de papeles.

Y parece mentira lo que hay que demostrarles a los funcionarios para que te crean.
El papeleo de nuestro viaje tendrá ya, al menos, unos seis meses, y eso que apenas comienza.

¿Han pensado ustedes lo absurdo que resulta una constancia de nacimiento? Yo misma, vivita y con un cuerpo mortal, debo pedirle a otro que escriba en un papel que he nacido, que tengo madre y padre, que estoy viva. ¿No es suficiente mi presencia y mi palabra?

No. No será nunca suficiente.

Así, tuvimos que empezar diciendo -más que decir, demostrar- que somos personas con ciertas experiencias de vida, con algunos estudios, con inquietudes y motivaciones, y luego llevárselo todo a una traductora de gafas horribles y santos en las paredes, para que ella certificara lo mismo, en francés. Y luego mandar todos esos papeles y esperar a que te crean.

No deja de sentirse una un poquito culpable. No por estar mintiendo, sino por decir las cosas como ellos esperan que uno las diga, aunque no sean la verdad. Es que no podés hablar con nadie. Si llamás por teléfono, te sale una máquina que te refiere a un sitio web. Y si vas al sitio web, te dan unas instrucciones detalladas, pero que no contemplan tu caso, porque es diferente a la generalidad. Y entonces hay que acomodar la verdad a las opciones que te dan los formularios, y ya eso es un poquito mentir...

Las fronteras son otro sinrazón. Para poder irnos debemos demostrar -mi esposo y yo- que nos queremos, que nos conocimos hace años, que hemos compartido nuestra vida (preguntas tan personales como si sus padres y hermanos estuvieron presentes el día de nuestro compromiso..). También debemos demostrar que no somos delincuentes, que nos ganamos la vida honradamente, que nuestras hijas son nuestras hijas y que las queremos. También debemos demostrar que estamos sanos y que no seremos una carga para el Estado... Si todo esto se lo pidieran a todos los ciudadanos, no habría posibilidad de habitar ninguna tierra en el planeta...

La experiencia más ingrata hasta ahora, la vivimos en la Embajada. Primero, si llamás por teléfono para pedir una cita, no hay quien te la de. El servicio de atención al público es sólamente por las mañanas y no se atiende el día miércoles. Cuando la maquinita te diga que tu llamada es muy importante para ellos, no le creás. Si es un servicio al público, ¿porqué lo brindan menos de 20 horas a la semana? Nos aventuramos y nos fuimos. Faltaban 10 minutos para cerrar y ya eso constituyó una falta. A la entrada, te recibe un oficial que registra tus cosas como si fueras a poner una bomba, te da unas fichas, te obliga a apagar el celular y te lo quita, y te sientas a esperar. Una vez que te atienden, empieza lo terrible. Las funcionarias creen que porque sos de este tercer mundo, ellas tienen una posición privilegiada y te tratan como si fueras inferior. Probablemente la tengan. Pero eso a mi no me importa.
Todo eso para decirme que no puedo presentar los papeles que he estado llenando desde hace semanas, porque ella no se encarga de eso. Que los tengo que mandar por correo certificado a otro país -que no es ni el nuestro, ni al que vamos-. Sigo pensando que es absurdo, pero que debo seguir las reglas del juego.
Eso mismo dijo el médico cuando nos examinó: Los análisis yo mismo debo mandarlos a otro país (que no es ninguno de los tres que ya llevamos)- usted no puede tener copia. Ahhh bueno... dije yo.
Todavía estamos esperando que los trámites vayan saliendo bien. Tenemos apenas algunos resultados preliminares: La aceptación de la universidad, la beca de estudios. Todavía nos faltan muchas cosas: los permisos de estudiantes, las residencias. Iremos viendo cómo la burocracia hace lentamente la digestión de los papeles que ya le dimos... Mientras tanto, a rezar y a esperar que no nos hayamos equivocado en nada...

viernes, enero 14, 2005

primera crónica


Estamos en el primer día de anotaciones. Hace calor y el verano llena todos los espacios. Inclusive los de la mente.
A pesar de que el cerebro se resiste, hoy empezamos la cuenta regresiva. El 2005 es el año de nuestro viaje.
Nos iremos todos.
A tan sólo algunos meses de nuestro traslado, las cosas van cambiando poco a poco. Nunca he vivido fuera de mi ciudad, nunca me he alejado más allá de 3 cuadras de la casa de mis padres. Aunque me fui y formé una familia, vivo rodeada de mis hermanos y de los vecinos de toda la vida.
Nos vamos y eso llena de incertidumbre a todos. ¿Y cómo nos adaptaremos al francés? ¿Y al invierno? ¿Y a vivir sin nuestras mascotas y nuestras plantas?¿Qué haremos con la casa? ¿Cuándo pondremos el carro en venta?
Presintiendo, las chicas han limpiado ayer sus roperos, han regalado sus juguetes de niñas y han incluido todos sus tesoros en una maleta vieja y amarilla.
Mi esposo ha decidido no hablar más el español, y el idioma en la casa será ahora el francés para que nos acostumbremos. Yo estoy leyendo novelas en ese idioma, la música de navidad que pusimos este año, no se parece en nada a los villancicos a ritmo de merengue y salsa…
Me siento ansiosa…no tengo siquiera un par de zapatos cerrados, nunca he usado medias, mi ropa de hilo creo que servirá bien poco…

Tendremos que restringir los gastos por unos meses, para poder ahorrar y tener un fondo que nos ayude a instalarnos. Rebeca pregunta si seremos pobres allá, y yo le digo que no lo sé…

Como si esto no fuera de por sí ya una situación extraña, la partida se vislumbra por separado…Eduardo tiene oferta de trabajo a partir de Marzo, y tendrá que irse primero…yo me tengo que ir en agosto…las chicas partirán en diciembre, cuando terminen la escuela…No celebraremos juntos ni la graduación de Mariana ni los quince años de Rebeca, dos momentos importantes en sus vidas y donde yo debía estar presente… Lo hemos cambiado diciendo que le celebraremos los dieciséis y Mariana promete tomar muchas fotos de su graduación para que yo no me la pierda…

Ayer hablábamos, durante la cena, sobre el lugar donde deberán quedarse esos últimos meses…será en casa de la abuela, donde nunca han vivido, pero que pareciera el más apropiado…

Poco a poco las cosas se van percibiendo fuera de lugar, y sin nada a cambio, por el momento. Es el desarraigo. Bienvenida esta nueva experiencia. Queremos convertirla en una hermosa aventura. Lo que nunca fue un proyecto para nosotros, ahora se nos viene encima, y va dando pequeñas señales: La carta de aprobación de la beca de estudios, la aceptación en la Universidad del primer mundo, los innumerables papeles que hay que llenar, mandar, las fotos, exámenes médicos, papeles y más papeles… Los estudios del francés, lengua que empieza a gustarme, las consultas a sitios en ese idioma…

He hecho ya el cronograma de trabajo para este año y todo termina en una raya amarilla el quince de agosto…es como un abismo, sin continuidad, extraño y ajeno. ¿Dónde viviremos? ¿Qué personas nuevas y lindas conoceré? ¿Qué comeremos?
Así empieza la historia del desarraigo....y de la aventura...